BlacKkKlansman: Infiltrado en el KKK

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Hace un par de meses leía en la revista Rolling Stone sobre una película que había golpeado y herido las suceptibilidades de cierto sector de la población estadounidense, esto a causa del racismo que se vive, se ha vivido y muy probablemente se siga viviendo en este país. Recientemente tuve por fin la oportunidad de verla y resultó ser una grata sopresa.

Empecemos por ponernos en el contexto correcto, el Ku Klux Klan es un grupo de asociaciones creadas desde el siglo XIX en Estados Unidos, cuyo objetivo general es promover la supremacía de la raza blanca, mediante conductas racistas, xenófobas, antisemitas y homófobas, valiéndose de actos terroristas e intimidatorios, siendo quizá el más recordado por la sociedad la quema de cruces.



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La película se sitúa en la década de los 70 en la ciudad de Colorado Springs, siguiendo la historia Ron Stallworth, el primer policía de raza negra que pudo participar en operaciones de encubierto, siendo aun más importante la clase de misiones que se le asignarían en los inicios de su carrera. Así pues, la película que a primera vista parece una cinta cómica, en realidad es un drama con breves toques de comedia, dirigida y editada de tal forma, que por momentos evoca a películas como Kill Bill o Machete.

Es una cinta entretenida, no excelente, pero se torna llamativa por dos razones, la primera de ellas es el hecho de estar basada en una historia real, en la historia del único hombre que logró matricularse de forma oficial dentro de la organización más perjudicial y racista de los Estados Unidos, el Ku Klux Klan. La segunda razón es el mensaje que lleva (aunque no sea la única película que aborde el tema del racismo), es un mensaje que no se limita a un hecho histórico, sino que es un mensaje que tristemente sigue siendo vigente en una sociedad que se encuentra segregada y polarizada.

Esta película nos da el pretexto perfecto para retomar el aspecto social de los Estados Unidos, en particular la figura de Donald Trump. Creo firmemente que un solo personaje no tiene la capacidad de dividir por sí mismo a un país entero, pero con un Trump que fue ganando terreno poco a poco hasta llegar la presidencia, se convirtió en la excusa perfecta para fragmentar a una sociedad de por sí ya lastimada, aunque la línea oficial de la Casa Blanca es una unión discursiva meramente, este es un fragmento del discurso que Trump dio sobre la unión de Estado, tomado de la traducción que realizó el diario el país en su sitio web:


"...Esta noche, quiero hablar sobre el tipo de futuro que vamos a tener, y sobre el tipo de nación que vamos a ser. Todos nosotros, juntos, como un equipo, un pueblo y una familia estadounidense. Todos compartimos la misma casa, el mismo corazón, el mismo destino y la misma gran bandera estadounidense. Juntos, estamos redescubriendo el estilo americano. En Estados Unidos sabemos que el centro de la vida estadounidense no son el Estado y la burocracia, sino la fe y la familia. Nuestro lema es "en Dios confiamos"... esta noche, tiendo una mano abierta para colaborar con los miembros de ambos partidos –demócratas y republicanos– en la protección de nuestros ciudadanos de cualquier procedencia, color, religión y credo. Mi deber, y el sagrado deber de toda autoridad elegida para esta cámara, es defender a los estadounidenses, y proteger su seguridad, sus familias, sus comunidades, y su derecho al sueño americano. Porque también los estadounidenses son soñadores...Como parte de nuestra defensa, debemos modernizar y reconstruir nuestro arsenal nuclear, que, con suerte, nunca tendremos que utilizar, pero que deberá ser tan fuerte y poderoso que disuada cualquier acto de agresión...Mientras nos sintamos orgullosos de quiénes somos y por lo que luchamos, no hay nada que no podamos lograr. Mientras tengamos confianza en nuestros valores, fe en nuestros ciudadanos y seguridad en nuestro Dios, no fracasaremos. Nuestras familias saldrán adelante. Nuestro pueblo prosperará. Y nuestra nación siempre será segura, fuerte, orgullosa, poderosa y libre. Gracias, y que Dios bendiga a América."
Este "mensaje" de paz contrasta en totalidad con el actuar bélico y armamentista del gobierno de Trump. Cuando el pueblo estadounidense más necesitaba un líder unificador, este presidente no lo fue, prueba de ello fueron los enfrentamientos que tuvieron lugar en Charlottesville, ciudad que prácticamente se dividió en dos bandos, el 11 de Agosto de 2017 se organizó el evento "Unite the Right" evento en el que participaban supremacistas blanco, fortuito o planeado, se encontraron con una manifestación que protestaba justamente en contra del primer grupo, las consignas eran encontradas, White's lifes matters!, Black's lifes matters! gritaban los grupos respectivamente.

Las diferencias escalaron hasta los golpes, se podía ver enfrentamiento de todo tipo, incluso se puede observar hombre agrediendo mujeres con total dolo. Si este tipo de enfrentamientos no fuesen suficientes, personas pertenecientes a grupos supuestamente neonazis y supremacistas embisten con sus autos a los integrantes de la contramanifestación.

Ryan M. Kelly/The Daily Progress
El saldo de este suceso, una manifestante y 2 policías estatales fallecidos, ademas de 34 lesionados. Y esto no son eventos aislados en ese Estado, el Estado de Virginia ha sido testigo de marchas realizadas por Ku Klux Klan, una tristeza, pues se pensaba que dicha organización y conductas ya habían sido erradicadas.

Y el problema no parece lograr una pronta solución, pues la respuesta de la autoridad no ha tenido la fortaleza esperada, el presidente Trump se ha limitado a solo a condenar la violencia y el odio presentado por ambos grupos. Esto solo propicia que la gente pierda temor a un castigo y comience a perder la noción del control, tal descaro propicia la casi nula respuesta de la Casa Blanca que los organizadores de la marcha del 2017, decidieron realizar el aniversario de tal marcha nombrándola "Unite the Right 2018", esta vez la sede fue Washington, en una zona cercana a la Casa Blanca.

En fin, la realidad que se vive en muchos países respecto del racismo y la segregación cultural es un sufrimiento constante, y películas como Blackkklansman por más repetitivas que sean en cuanto a la temática, siempre sirven para poner en la agenda la problemática que muchas personas viven a diario.

Si les interesa el ambivalente discurso de Trump sobre la unión del Estado, aquí está el enlace: https://elpais.com/internacional/2018/01/31/actualidad/1517387619_036241.html

El video donde se observa al auto embistiendo manifestantes, esta en el siguiente enlace (Puede ser una imagen fuerte, cuidado): https://www.youtube.com/watch?v=vuCh_75G8cg

Solo nos queda hacer reflexión sobre nuestro actuar como sociedad y hacia donde nos están llevando nuestras diferencias.


  

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