Historia del Metal, Capítulo 5: El árbol genealógico del Metal


Una vez que el Metal ya se encontraba en su punto máximo de consolidación, solo quedaba esperar y mirar todo lo que estaba por venir.

Es en la década de los años 80’s donde (al menos para este sujeto que escribe) el Metal tuvo su mayor auge tanto en la proliferación de bandas como en la diversificación de estilos. Mientras Black Sabbath seguía en el camino de mantener su propia leyenda ya con Ronnie James Dio sustituyendo en la voz a Ozzy Osbourne (quien regresaría intermitentemente); y la banda inglesa Iron Maiden seguía su ascenso con sus guitarras gemelas, en la bahía de San Francisco comenzaba a gestarse un movimiento que llevaría el Metal al siguiente escalón.

Exactamente el 25 de julio de 1983 es lanzado el álbum “Kill Em’ All” de Metallica, el Thrash Metal cobraba vida. Es debatible si este disco sentó las bases del naciente género o qué banda fue la pionera del mismo, pero algo que sí es seguro, es que Metallica con este álbum llevo a la fama el género del Thrash Metal, género que ya contaba con algunos representantes como Exodus o Anthrax que se consolidaban aún más a cada momento.
Así la descendencia del Metal continuaba creciendo, Dave Mustain quien fue despedido de Metallica juró venganza y formaría su propia banda, Megadeth. Por todo el mundo seguía el semillero del Thrash Metal, en otra parte de California surgía Slayer, con una particular temática orientada hacia la decadencia humana y para mi gusto una de las bandas de Thrash Metal más consistentes de la historia.

La década de los 80’s cerraba fuerte en cuanto a la cantidad de bandas metaleras, y subgéneros existentes, Helloween y el Power Metal, Venom que comenzaba a establecer las bases de lo que se conocería como Black Metal; Judas Priest evolucionaba y se convertía en algo parecido al metal clásico combinado con Power Metal, prueba de dicha evolución es su disco Painkiller, que hace gala de solos de guitarra increíbles y complejamente técnicos.

Ya en la década de los 90’s la proliferación de subgéneros del metal seguía su expansión, al igual que las combinaciones entres estos mismos: Black Metal, Stoner Metal, Power Metal, Thrash Metal, Doom Metal, Speed Metal, Stoner Doom Metal, Power Speed Metal, etc.

El submundo latinoamericano también reclamaría su lugar en el universo metalero, desde Brasil aparecía Sepultura, una de las mejores bandas de Thrash Metal. México no se quedaría atrás, con una cantidad importante de bandas representantes, pero las más destacadas Luzbel, Transmetal y Makina.

A mediados de los 90’s el metal alcanzó otras esferas musicales y se mezcló de forma peculiar con el rap, siendo pioneros de esta mezcla la banda Rage Against the Machine y su emblemática canción “Killing in the name”; al igual que la banda Faith No More. Esta nueva mezcla desencadenaría la creación de un nuevo subgénero que se llamaría Nu Metal, subgénero duramente criticado por los “metaleros de verdad”.

El final del milenio nos dejaba en su última década con bandas tremendas como Lamb of God, Pantera, System of a Down, Korn, Death (quienes son referentes del Death Metal), Slipknot y Rammstein, entre otras tantas. Así quedaban abiertas las opciones para la nueva escuela del metal, dando paso al crecimiento de subgéneros como el Metal Core, Death Core y el más reciente el Djent.

Con los nuevos subgéneros, el camino del Metal se ha desviado un poco en cuanto a la actitud del metalero, pues estos subgéneros fueron apropiados por movimientos socioculturales como los Emo, quienes impregnaron su depresiva visión del mundo al Metal. Esta situación trajo muchas críticas de esos metaleros “rudos, greñudos y varoniles”, pero siendo honesto y lo más objetivo posible, bandas como Bullet For My Valentine, Bring me the Horizon, Suicide Silence son grandes músicos, y podrán no gustarme mucho sus temáticas o ideas, pero tienen grandes canciones (musicalmente hablando) y han sabido crear un estilo.

Este es el punto donde debo dar por terminado este resumen de la historia resumida del Metal, obviamente las limitaciones del medio en que me dirijo me orillan a ser reduccionista y omitir intencionalmente a algunos artistas y momentos históricos. Pero eso no cambia mi opinión sobre este género musical, el que siempre ha tocado temas incómodos para la sociedad, trasgrediendo con irreverencia los temas tabú de nuestro mundo.

Quizá sean estas razones las que sacan de onda a la muchachada fresa. Desde siempre, la batalla más dura que enfrenta el Metal es contra la religión, prejuicios sobre la adoración a Satanás son el pan de cada día para la cultura metalera, descalificaciones, ridiculizaciones, al final siempre se ha mal interpretado al Metal a causa del miedo, y esto se ha convertido en el alimento de esta cultura. Es cierto que los metaleros no son estandarte de las buenas costumbres, pero tampoco (en la mayoría) son satánicos, el 80% de ser metalero es una actitud.

Terminaré este absurdo histórico compartiendo (palabras más, palabras menos) los pensamientos de la banda Tenacious D: “No puedes matar al Metal, el punk, el rock, el new wave lo intentaron, pero el metal es inmortal”

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